El caos de la guerra, que todo lo envuelve
no sabe de especie, ni sabe de humanos.
La furia perversa, la sed de la muerte,
separa cariños, se hieren hermanos.
Hermanos de raza, se ven frente a frente,
amigos de infancia, sin querer, se matan.
Y allí la viejita, que no entiende nada,
pregunta llorando -¿Por qué, esta batalla?
Ya no existe nada...ha muerto el progreso
Son fieras humanas los seres que braman;
tiene gusto a sangre el último beso
y ruido a metrallas las voces que claman.
Entre el humo denso de balas, metrallas,
se perdió el progreso, se espantó la infancia,
hay horror de muerte, las voces se callan
se tiñen de sangre las rosas de Francia.
Después, cuando todo más tarde termine,
las manos manchadas de sangre de hermanos,
los cuerpos inertes, la sombra del crimen,
los últimos restos de seres humanos.
La ruina de todo lo que hemos querido;
el hogar vacío, la novia adorada
y junto a un retrato dos flores marchitas,
y allí de rodillas...la madre olvidada.
no sabe de especie, ni sabe de humanos.
La furia perversa, la sed de la muerte,
separa cariños, se hieren hermanos.
Hermanos de raza, se ven frente a frente,
amigos de infancia, sin querer, se matan.
Y allí la viejita, que no entiende nada,
pregunta llorando -¿Por qué, esta batalla?
Ya no existe nada...ha muerto el progreso
Son fieras humanas los seres que braman;
tiene gusto a sangre el último beso
y ruido a metrallas las voces que claman.
Entre el humo denso de balas, metrallas,
se perdió el progreso, se espantó la infancia,
hay horror de muerte, las voces se callan
se tiñen de sangre las rosas de Francia.
Después, cuando todo más tarde termine,
las manos manchadas de sangre de hermanos,
los cuerpos inertes, la sombra del crimen,
los últimos restos de seres humanos.
La ruina de todo lo que hemos querido;
el hogar vacío, la novia adorada
y junto a un retrato dos flores marchitas,
y allí de rodillas...la madre olvidada.
CRISTINA DE FERCEY
Imágenes: Artebroc
No hay comentarios:
Publicar un comentario