De aquél amor inmenso, amor sagrado
ni sombras quedan ya, ni las cenizas.
Antes de abandonarte te había olvidado
¡Y fueron un martirio, tus últimas caricias!...
Te fui sacando lento de mi vida.
Me arranqué el corazón, con tu recuerdo
de tanto que yo, ¡ ciega te creía!
El odio mató al amor, y ¡odio te tengo!
Ya no volveré a quererte, ¡Nunca en la vida!
Te cruzaras un día por mi sendero.
Te miraré pasar indiferente...
y orgullosa diré... ¡Ya no lo quiero!
¡Ahora, vete!...por fin. ¡Déjame sola!
Mi corazón de nieve, se ha vestido.
Ni tus llantos, ni tus ruegos, podrán ahora,
sacar dentro mi pecho... ¡Tanto frío!...
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